Acompañamiento personalizado: ¡Tú eres nuestro centro!

^{Autor: Mariano Navarro Morales / Consultor de Formación y Pastoral}

Un venado recién nacido tarda unos minutos en dar sus primeros pasos y, tras unos meses, es independiente. Y este no es un caso inusual en la naturaleza. Aún cuando algunos tienen comportamientos sociales, no hay lazos de dependencia entre ellos. Con el ser humano es diferente.

El acompañamiento es el elemento central de la formación integral en nuestros campus. El tutor conoce la realidad de cada joven encomendado y tiene las herramientas y estrategias necesarias para atender o canalizar las situaciones que se presentan durante la prepa.

Somos lo que somos en función de nuestras relaciones. Somos seres interdependientes. El recién nacido necesita de su madre en la misma medida que el anciano depende de sus hijos. Yo necesito del otro y el otro necesita de mí. Y en esta necesidad de vivir y desarrollarnos en comunidad cobra relevancia el acompañamiento. En el desarrollo del estudiante, tener una figura cercana, que lo esté interpelando continuamente, se vuelve esencial.

Como si de un espejo se tratara, nuestros tutores le ayudan a los jóvenes a verse de una manera crítica y objetiva. A través del diálogo formativo y las preguntas poderosas, los tutores propician la reflexión y el despertar de una conciencia que exige a los estudiantes alcanzar una versión mejor de ellos. Y esta versión potenciada de cada uno de nuestros estudiantes habrá desarrollado respeto, empatía, solidaridad, amor y el liderazgo necesario para transformar a la sociedad.  

Y los jóvenes que son acompañados han descubierto un estilo formativo diferente. Se sienten valorados. Descubren que no son solo un número. El tutor es su referente principal. Es un apoyo, una guía, un consuelo, un oído. Y tiene la claridad de ayudarle a buscar su beneficio a través de la reflexión.

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Acompañar no es vigilar, no es imponer, no es juzgar. Acompañar es propiciar el encuentro interpersonal entre tutor y alumno. Acompañar es mirar de una manera diferente, con una mirada de misericordia y de exigencia cristiana. Es ver las capacidades incipientes y ayudarlos a descubrirlas. Acompañar es hacerse a un lado, cuando ellos están listos para salir al mundo y hacerlo un lugar mejor. Es tocar el corazón de cada uno de nuestros estudiantes. Es ayudarles a descubrir su valor y dignidad. Es convencerlos de que tienen alas fuertes y que éstas les permitirán alcanzar el cielo y transformar, desde allí, la realidad que les rodea.

#SeamosLíderes en Prepa Anáhuac

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